Este ángulo, de menos de 3º, no condiciona notablemente la percepción interior de la vivienda, ni determina ninguna situación particular debido a esa inclinación. Se limita a torcer ligeramente el programa.
Tras un contacto inicial con el modelado tridimensional, encontramos las primeras dificultades a la hora de levantar los muros, debido a la cantidad de desigualdades angulares que se producen.
Resulta especialmente complicada la extrusión prismática de las cubiertas, que en el caso a dos aguas precisan de una cumbrera paralela a sus dos aleros, que en ocasiones ni siquiera son paralelos, siguiendo la planta.
Por tanto, por facilidad de producción infográfica, tomamos la decisión de redibujar la planta de forma regular y enderezada, y proceder así con el modelado.
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